Rastros de luz

Así era el Canal de la Viga en el año de 1900. El puente que se alcanza a ver estaba en lo que hoy es la Calzada de Chabacano. Los agricultores de de Xochimilco, Milpa Alta e Iztapalapa surcaban las aguas con sus canoas para llevara vender frutas y legumbres a los mercados de Jamaica y Tlatelolco, entre otros.

Si las cámaras fotográficas pudieran hablar ¿cuántas historias nos contarían? Muchos de nosotros la consideramos una herramienta para acercarnos al mundo y tratar de comprenderlo. Nos permite, por decirlo de alguna manera, aislar una parte de nuestro entorno y analizarlo, recrearlo, volver a vivirlo.

Porque la fotografía tiene la cualidad de representar la realidad de un modo muy fidedigno. Pero su significado es diferente al de una simple imagen.

¿Recuerdan cuando las imágenes se incorporaron a los periódicos? Fue entre 1850 y 1870, aproximadamente. Aunque no aparecían impresas las fotografías pues no existían suficientes recursos técnicos.

En aquellos tiempos eran copiadas por expertos dibujantes litográficos y luego se grababan a mano para poder imprimirlas.

Llamaron tanto la atención de la gente que muy pronto los fotógrafos empezaron a seguir a los ejércitos en guerra y poco a poco sustituyeron a los dibujantes de guerra oficiales.

Las imágenes se convirtieron en compañeras de la crónica periodística, fotografiando accidentes, incendios, sucesos importantes y a personas célebres. Aquí tendremos oportunidad de asomarnos a esos que fuimos nosotros y la tierra que habitamos.

Tradiciones de una gran ciudad