Este anfibio posee la capacidad de regenerar extremidades amputadas, además de órganos y otros tejidos que presentan daños, incluso la médula espinal y partes del sistema nervioso. Por Jorge Lara Tovar.

En la cosmovisión mexica, el ajolote (del náhuatl: atl, ‘agua’ y xolotl, ‘monstruo’, ‘monstruo del agua, es el nombre del dios Xólotl, hermano gemelo de Quetzalcóatl, monstruoso por haber nacido gemelo cuando se registró el nacimiento del Quinto Sol, el Sol del Movimiento, en el lugar donde los hombres se convierten en dioses, Teotihuacan.

Dicen los que saben, que, en el principio de esa era, no había nada, ni tiempo, los días eran oscuro y sobre la faz del mundo sólo había tinieblas. Entonces se reunieron los dioses, dueños del movimiento, y en Teotihuacán se dijeron: ¿Quién creará la luz? ¿quién alumbrará el mundo?

Para que hubiera luz se sacrificaron muchos dioses y Ehecatl, dios del viento, avivaba las llamas para que el sacrifico fuera total. Pero el gemelo de Quetzalcóatl, Xólotl, se negaba a morir. Huyó hacia las milpas y se escondió entre los maizales. Donde se convirtió en el pie de maíz que tiene dos tallos, al que los campesinos llaman Xólotl.

Pero el viento lo descubrió y se escondió entre los magueyes, donde se convirtió en mexólotl, ‘maguey de dos cuerpos’. Ahì hnuevamente lo descubrió el viento y le persiguió hasta que Xólotl se sumergió en las aguas, convirtiéndose en axólotl, el ajolote. De todos modos, fue capturado y muerto para consagrarlo para siempre como uno de los manjares predilectos del pueblo.

Hoy en día, es el centro de atención de muchos estudios cientificos, por su capacidad de regeneración celular, ya que puede regenerar partes de su cuerpo, tema relacionado a las células madre. Pero también por su capacidad reproductiva en estado larvario.

También es considerado una especie de importancia natural y cultural de México. Es una especie endémica de la zona lacustre de Xochimilco y por desgracia el ajolote (Ambystoma mexicanum) está en peligro de extinción en su ecosistema natural,que se ha convertido en una zona contaminada y afectada por aguas en mal estado, turismo irresponsable y especies de peces introducidas como la carpa y la tilapia que depredan al anfibio nacional.

En un esfuerzopara rescatar al ajolote y hábitat, desde hace ya 20 años el doctor en ciencias Luis Zambrano González, titular del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM, encabeza el rescate de Xochimilco y la conservación del ajolote.

Para lograr su objetivo, se trabaja en el desarrollo de nuevos métodos para convertir las chinampas-en refugio y barrera contra los depredadores de ajolotes; también se trabaja con los chinamperos que participan en actividades agrícolas tradicionales para apoyarse en el cuidado de estos refugios y han lanzado la campaña internacional de recaudación de fondos “AdoptAxolotl”.

“No es especie si no está en su hábitat”, alertó debido al interés en los últimos años por poseer a estos anfibios como mascotas, en acuarios y hasta en caricaturas y videojuegos en varios países. “Debemos conservar la especie, y dejar que se reproduzca en su ecosistema natural, que está en nuestro país”.

Datos del censo más reciente (2014), indica que ya sòloi hay 36 ajolotes por kilómetro cuadrado en Xochimilco, mientras que en décadas pasadas había miles.

Los científicos identificaron tres situaciones problemáticas: la urbanización de Xochimilco; la calidad del agua, llena de los residuos de una planta de tratamiento; y las especies introducidas -carpa y tilapia- en las décadas de los setentas y ochentas del siglo pasado, con una visión de revolución verde. Para enfrentar esta situación, se reactivaron una serie de filtros que mejoran la calidad del agua en la zona las chinampas.

La coordinadora de la campaña, Diana Laura Vázquez Mendoza, informò en rueda de prensa que se tienen dos esquemas de donación o de ‘adopción virtual’: el primero se llama ‘Invita a cenar a un ajolote’, y los fondos se usarán en la compra de los insumos para el mantenimiento de la colonia; y otro esquema se llama ‘Tunea la casa del ajolote’ y está orientado al mantenimiento de chinampas-refugio en Xochimilco.

Las personas que quieran participar en los programas de adopciòn, con 200 pesos pueden invitar a cenar a un ajolote, con 1,000 pesos se apoya ‘Tunear su casa’ y, si se desea donar más recursos, se puede adoptar un ejemplar o su casa por uno o seis meses y hasta por un año.

Actualmente, la UNAM y los chinamperos trabajan con 48 chinampas-refugios en poco más de cinco kilómetros lineales de canales, en donde el ajolote y otras especies pueden vivir sin amenazas.

En la página: https://www.restauracionecologica.org/adopciones- se pueden encontrar todos los paquetes para realizar donaciones, y las actividades de rescate se pueden seguir en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram también como https://www.tiendaenlinea.unam.mx.

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