Beneficia la literatura erótica en la tercera edad

Nada le da más sentido a la vida que el amor, concluyen estudios geriátricos que además sostienen que la literatura erótica estimula las funciones cognitivas de las personas de la tercera edad. Por Jorge Lara Tovar.

Miembros de la Asociación Psiquiatrita de América Latina, con especialización en Gerontopsiquiatria, han analizado diversas prácticas geriátrico-gerontológicas para conocer las necesidades de los adultos mayores, especialmente de aquellos que son más frágiles y dependientes.

“Aunque puede parecer un contrasentido, el estudio de estos grupos más que una mirada al pasado es en realidad una mirada al futuro puesto que hacia la vejez vamos todos, más en este siglo XXI donde los adelantos científicos en medicina nos dan la expectativa de 80 años de vida promedio en América Latina. La cuestión es saber cómo combatir un contexto social, político y económico que condena a gran parte de la población a vivir situaciones de carencia”, plantea el especialista Alberto Iliceo.

El doctor Siliceo encuadra sus comentarios en los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática que en su último ejercicio censal consigna la existencia de 15.1 millones de habitantes mayores de 60 años, pero el problema mayor es el 43 % de ellos se encuentra en pobreza multidimensional.

Una preocupación entre los geriatras es la vinculación de la práctica médica a todos los factores sociales para proponer terapias que ya han mostrado su efectividad a pesar de que no ser muy ortodoxas como la que desarrolló el psiquiatra Rafael Alarcón, de la Asociación Psiquiátrica de América Latina y que causo verdadero revuelo entre los especialistas hace cerca de ocho años. Palabras más, palabras menos, aseguró que la literatura erótica es una terapia efectiva para estimular los sentidos, mantener las reacciones corporales, retrasar el deterioro cognitivo, motivar la existencia y prepararlos para aceptar que la muerte es algo que de manera natural va a llegar tarde o temprano.

El gerontopsiquiatra explica que a cualquier edad la práctica de la lectura mantiene al cerebro activo, quienes la realizan desde edad temprana hacen una verdadera inversión en salud mental, y en los casos de personas mayores de 65 años, documentados por el doctor Rafael Alarcón, la literatura erótica aporta los beneficios mencionados al grado de ayudar a eliminar el uso de antidepresivos.

Cuando una persona lee, utiliza diversas capacidades intelectuales como la atención, la concentración, la memoria, la capacidad de asociaciones simbólicas y, sobre todo, la imaginación. Funciones que corresponden a la plasticidad neuronal y a la neurogénesis.

“Una característica del trabajo del doctor Rafael Alarcón es que lleva la medicina a las alturas de la poesía –dice Alberto Siliceo-. Para quienes se acercan a solicitarle un poco más de apoyo, les recomienda dosis de libros de Vargas Llosa, Borges, de Andahazi, de Peri Rossi, de Pablo Neruda, García Márquez, Jorge Amado, del Marqués de Sade, del Decamerón de Boccaccio, entre otros. Después de estas dosis, los pacientes fueron capaces de recordar los poemas de Neruda, lugares, personajes e historias en las que se plasman relaciones afectivas, pero, sobre todo, pasionales, carnales y lúdicas. De acuerdo con su recomendación: nada le da más sentido a la vida que el amor”.